viernes, 13 de junio de 2014

REPRESIÓN Y AGRESIÓN EN LA INAUGURACIÓN DEL MUNDIAL #BRASIL2014

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Foto: Midia Ninja
Texto de Andrea Ipinze, desde Río de Janeiro/SIENTEMAG
Disparos de gas pimienta, bombas lacrimógenas de sobra, un cordón exagerado de agentes de laPolicía Militar totalmente armados y helicópteros sobrevolando la zona de Lapa (barrio del centro de Río de Janeiro), fueron los elementos que se unieron en nombre del ‘orden’ para intentar reprimir a más de 4 mil manifestantes que se juntaron, una vez más, en plena inauguración del mundial para dejar en claro su inconformidad hacia el Estado brasilero respecto al desarrollo de la Copa del Mundo.
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Foto: Hevelin Costa / Mídia Ninja
Mientras en las calles de Lapa madres e hijos corrían escapando de las bombas lacrimógenas y de la fuerza policial que se enfrentaba de manera desproporcional a una marcha pacífica llena de jóvenes, la narración oficial del mundial transmitía en vivo, por casi todos los canales de señal abierta, la inauguración de la copa con bailes, fiestas y comentaristas sonrientes que ignoraban olímpicamente lo que acontecía en las calles de Río de Janeiro, Sao Paulo, Porto Alegre, Belo Horizonte y demás ciudades de Brasil que han sido tomadas por activistas que gritan hasta el cansancio “#NaoVaiTerCopa”.
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Foto: Hevelin Costa / Mídia Ninja
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Al mismo tiempo, en las calles, los rostros de miles de turistas eran de incomprensión y confusión. Ellos llegaron específicamente para la copa, manipulados por un discurso de la FIFA que les prometió vivir la más grande fiesta del mundo en el gigante de Latinoamérica y, sin embargo, su encuentro con la otra cara del mundial ha sido inevitable.
El clima en Brasil en época de Copa es totalmente confuso. Ahora mismo en la ciudad de Río suenan cohetones por todos lados y no se sabe si es la Policía Militar reprimiendo el derecho de la gente a ocupar las calles o si es la otra parte de la población que, vestidos de amarillo y verde –y con vuvuzelas en mano-, apoyan a su selección por amor a este bonito país que se encuentra dividido por malas decisiones políticas.
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Son las 17 hs y los manifestantes han ocupado Copacabana, barrio donde se ha armado un escenario gigante oficial -el Fan Fest- para celebrar el inicio de esta polémica copa, que viene gastando millones de dólares en su ejecución mientras cantidad de ciudadanos brasileros viven en las calles sin tener qué comer y dónde dormir.
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Foto: Protesta en Copacabana / Mídia Ninja
Lo que uno siente al estar aquí, como dije, es confuso. No sabes si vivir la fiesta del mundial o unirte a las manifestaciones (que, por cierto, dejan en claro que el reclamo no es en contra del deporte sino en contra del sistema corrupto que lo maneja). Lo que queda claro es que, con copa o sin copa, el gigante despertó y ahora reclama más educación, salud y mejores condiciones para vivir sin desigualdades. Esto, sin duda, es una inspiración para el continente entero.
Sigue las protestas en vivo en este enlace: http://us.twitcasting.tv/midianinja
Fuente:http://www.sientemag.com/

jueves, 12 de junio de 2014

La Copa y Yo

Foto: Ninja

Florencia Godsman

Cuando comenzó el Mundial 78 en la Argentina todavía estaba en la panza de mi mamá. Sé por lo que me contaron que la dictadura ya había arrasado con la vida de dos de mis tíos: Marta y Hugo. El 8 de junio de 1978 seguramente junto a mis gritos de recién nacida se sumaban gritos de gol y de manera subterránea los alaridos de las personas secuestradas a pocas cuadras de los estadios de fútbol.

Otro recuerdo es que tengo cinco o seis años y si alguien habla de mi tío Mario, me lo imagino con un pantalón y una camisa blanca -como los que viste en una foto que guarda mi mamá-, un día de sol, caminando por unas vías de tren abandonadas con rumbo indefinido. En un momento dado, su figura se esfuma en la lejanía. Y no regresa.

A partir del año ´76 el hermano de mi mamá, Mario, comenzó a militar en política. “Mi hermano estudiaba ingeniería química y trabajaba en fábricas. Así conoció el movimiento sindical que en ese momento era muy importante. Lo de él fue por el lado sindical, más que en la facultad” recuerda mi madre.

Nací el 8 de junio de 1978; el Mundial de Fútbol -que terminaría el día 25- cumplía su primera semana. Los organizadores del evento saludaban a ciudadanos y visitantes extranjeros fervorosamente: “Bienvenidos a esta tierra de paz, libertad yjusticia, que se siente honrada con vuestra presencia”. Para el general Jorge Rafael Videla, la fecha inaugural era “un día de júbilo para la Nación Argentina, en el marco de esta confrontación deportiva, caracterizada por su caballerosidad; en un marco de amistad entre los hombres y los pueblos”, poco antes de declarar oficialmente inaugurado el torneo “bajo el signo de la paz”.

La competencia se desarrollaría en cinco ciudades, con la participación de 16 selecciones. Para el investigador Mariano Buren, del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol, “a partir de ese día la Argentina oficial tuvo dos obsesiones: la suerte del equipo nacional y la necesidad de demostrar al mundo que ésta era una tierra de ensueño. De la otra Argentina, la que estaba tras bambalinas, sólo bastará con mencionar que buena parte del torneo se jugó a quince cuadras de la ESMA, uno de los mayores centros de detención y tortura, y que dos clases de gritos, bien diferentes, se mezclaron.

 “Cuando yo estaba embarazada de vos, por las tardes me sentaba en el balcón con mi hermano y comíamos duraznos. Charlábamos en general y yo no tenía miedo por él. Nunca le dije cosas como `cuidate´ o como le decía mi papá ` ¿Por qué no te cuidas más?´ `¿Por qué no te vas?´ Eso a mí no me salía, no me daba cuenta. Yo no podía ver eso”.

El domingo 25 de junio de 1978 quedó en la historia argentina como un día de gloria para el fútbol. Argentina había vencido al seleccionado holandés por tres goles contra uno. El Estadio Monumental se llenó de banderas y papelitos bailando en el aire. Los cantos y aplausos colmaban las tribunas y la escena se repetía en todas las provincias del país. Era el festejo de millones de personas que por un momento se olvidaron de lo que estaba pasando en el país, o que afianzaron su ceguera consiente acerca del orden a fuerza de sangre impuesto en el territorio.

El periodista Mariano Buren relata que “Mientras el estadio de River Plate se vaciaba y los festejos continuaban en las calles porteñas, un espectador logró acercarse al palco oficial para compartir su euforia con Videla. El dictador le agradeció con una sonrisa prolija, casi geométrica y respondió: ´Claro que estoy contento. Este partido lo ganamos todos los argentinos, ¿no lo cree usted así ?´”

Cinco días después lo secuestraban a mi tío Mario. Tenía veintiséis años.

Llegar

No es la primera vez que llego a Brasil desde Guatemala (en donde vivo gran parte del tiempo desde hace algunos años) y me conmueve la enorme cantidad de personas que viven en la calle. Belo Horizonte, ciudad en la que estoy hace casi un mes, capital de Minas Gérais tiene 1827 personas viviendo en la intemperie, 627 más que en 2006. En Centro América, reflexiono, hay pobreza en áreas rurales y en las ciudades también, pero la mendicidad en el sur es más cruda. Imposible de ocultar.

La pobreza urbana como paisaje latinoamericano en común me hace pensar en la naturalización de lo aberrante. Pasamos al lado de personas que no sabemos si están muertas, desmayadas, o en coma alcohólico, las esquivamos mientras mandamos mensajes de texto o fumamos un cigarro. Brasil tiene en el presente una conflictividad mayúscula relativa a la (falta) de vivienda digna para sus pobladores (o a la mala distribución de espacios ociosos en función de la especulación inmobiliaria).

Es éste uno de los principales disparadores de estallidos sociales en un panorama en el que el dinero público se viene invirtiendo en la construcción y refacción de estadios y aeropuertos. Sabemos que el mundo durante el mes de junio estará mirando a Brasil con devoción, para deglutir imágenes deliciosas que sólo un país con tanta diversidad cultural puede brindar. Pero la posibilidad de mostrar ese mundo blanco y radiante como las baldosas de un shopping ha comenzado a diluirse junto con las voces que gritan cada vez más alto ¿Copa para quién? o #CopaPraQuém (en las redes sociales).

El gigante sudamericano tiene ese espíritu latino de enmendar con parches los huecos de su pobreza estructural. A la hora de la fiesta, como el agujero bajo la axila, reaparece, muestra la hilacha.

En la tensa curva del tiempo

Hace exactamente un año los brasileros y brasileras consiguieron visibilidad internacional gracias a su explosiva salida a las calles en el marco de la Copa de las Confederaciones. Por primera vez en su historia la bronca acumulada sorprendió al mundo mostrando su insatisfacción con ese Brasil que forzadamente quiere imponer un imaginario del éxito y el progreso económico.

El partido de apertura se realizó en el estadio Itaquerão, una cancha gigante cuya puesta en forma equivalió a un aproximado de cifras astrales como 990 millones de reales (aproximadamente 500 millones de dólares). Tamaña cantidad de dinero no bastó sin embargo para salvar la vida de ocho personas, operarios, obreros y funcionarios que trabajaron en la construcción. Además de los desalojos y remociones que resultaron en una limpieza social en la ciudad de San Pablo y que afectó especialmente a la población con menores recursos económicos.

Una tensa calma rodeó la previa del mundial. Marcha de las Putas, reivindicaciones de las mujeres negras y la población negra en general, ocupaciones de territorios y desalojos violentos, huelgas de empleados/as públicas, profesores/as y trabajadores/as del Metro (subte) que luchan por no quedar al margen. Con videos, textos y fotos registrados por la ciudadanía y divulgando en las redes sociales de cómo la policía militar reprime las huelgas y manifestaciones a fuerza de balas de goma y armas sofisticadas de Robocops bajo supervisión de una empresa estadounidense. Con el aval de un imaginario social extendido que considera la “seguridad” como unaplataforma de mercado.

Es junio, un mes de sensaciones en un mega evento deportivo es una plataforma que visibilizará los más altos niveles de desigualdad de Latinoamérica. Es el momento en que quienes creen saberlo todo tal vez deban dibujar una equis gigante, de enigma, de misterio, un huevo que se resquebraja y que estamos por descubrir. Disputar en qué mundo queremos vivir desde una perspectiva de género que busca igualdad y representación para todas y todos.

martes, 10 de junio de 2014

CUERPOS, EROTISMOS Y SEXUALIDADES: LA TRANSFORMACION DE NUESTRAS HISTORIAS


Tanto el Centro Q’anil como el Grupo Ixchel coincidimos en nuestras concepciones originarias y en nuestra acción política acerca de la importancia que le otorgamos al abordaje de las sexualidades como puntos clave para la comprensión de las opresiones y las emancipaciones en los cuerpos de las mujeres.

El impulso y desarrollo del Diplomado “Cuerpos, erotismos y sexualidades: la transformación de nuestras historias” dialoga por sí mismo con el punto central que deseamos desarrollar en esta formación académica: La historia de la humanidad no es posible comprenderla, sin comprender el papel que han jugado las sexualidades y los cuerpos de las mujeres y los hombres tanto en los sistemas opresivos como en sus opciones libertarias.


Esta es la razón por la que optamos por la modalidad de Diplomado en un país en donde tal temática ha sido considerada tabú, aún entre los estudios de género y feministas en Guatemala.  Consideramos por tanto que con la apertura de este Diplomado es posible fortalecer esfuerzos que ya se han realizado con anterioridad como los módulos de formación sobre sexualidad que se han impulsaron durante el año 2013 por el Grupo Ixchel, con una amplia participación de mujeres, especialmente jóvenes durante 9 meses; o los procesos que impulsa Q’anil de formación-sanación en donde se trabaja preferentemente el cuerpo y el erotismo como forma de sanar.









lunes, 9 de junio de 2014

Brasil: ¿se descontrolará el consumo de sexo y el tráfico sexual durante el Mundial?


Florencia Godsman

Brasil es el segundo destino, después de Tailandia, para viajerxs, turistas y proxenetas implicados en el turismo sexual. Este hecho, sumado a las dificultades de persecución en el país de los delitos de trata y explotación sexual, hacen suponer que en el próximo Mundial de Futbol podría haber un enorme aumento de estos crímenes, como asimismo del consumo de prostitución por parte de turistas extranjeros que concurren al evento. Estudios internacionales sobre los Mundiales de Alemania y Sudáfrica, sin embargo, advirtieron que en esos eventos no pudo detectarse un especial tráfico de personas con fines de explotación sexual, aunque no fue medido específicamente el aumento del consumo de sexo. Sobre estos temas hablamos con Andrea Dip, periodista brasilera que escribió la investigación “Meninas en jogo”, luego de recorrer el país investigando el tema.

Brasil es el segundo destino, después de Tailandia, para viajerxs, turistas y proxenetas implicados en el turismo sexual. El 25% de los 1500 destinos turísticos que tiene Brasil tienen como uno de sus negocios más importantes la prostitución. A menos de 10 días del comienzo de la Copa del Mundo, en un país en plena convulsión social y reacción política al Mundial de Fútbol, se espera que la demanda de oferta sexual crezca.
Según datos de UNICEF, 500 mil niñas y niños menores de edad son víctimas del delitode explotación sexual. En este mismo marco, se estima que 600 mil turistas asistirán a la Copa, de lo que se deduce que el mercado de la compra y venta de sexo podría incrementarse debido al vínculo entre el aumento del consumo de prostitución y la ocurrencia de los grandes eventos deportivos.
En relación al estatus legal de la prostitución, existe en Brasil un proyecto que reglamenta la actividad, llamado Proyecto de Ley Gabriela Leite, que está parado en la Cámara de DiputadosMientras tanto la Marcha de las Vadías (o Marcha de las Putas) no para de crecer junto con el debate legalización / abolicionismo, y un enorme abanico de consignas que abarcan desde el acoso callejero, la legalización de la prostitución y la denuncia de las injusticias de la FIFA.
Andrea Dip es una periodista brasilera que recorrió durante tres meses el nordeste del país junto al ilustrador De Maio para hacer periodismo de investigación en una excelente y realista serie de historietas acerca de la vida de las jóvenes que se prostituyen (o son forzadas a hacerlo) en la ciudad de São Gonçalo do Amarante, municipio brasileño del estado del Ceará, perteneciente a la región metropolitana de Fortaleza.
Entrevistada para COMUNICAR IGUALDAD, Dip señaló que a partir de la investigación “Meninas en jogo” (“Chicas en juego”) pudieron identificar varios tipos de prostitución, explotación sexual y trata. Una de ellas son las poderosas redes de narcotráfico que trabajan con conexiones internacionales que permiten el tránsito de las mujeres hacia Europa desde el litoral brasileño, las que son perseguidas por fuerzas especiales de la policía nacional. “La gran mayoría de las mujeres que hicieron parte de nuestra investigación son personas que van circulando por todo el país”. Muchas mujeres jóvenes que viven en condiciones de pobreza, comparte Dip, negocian la venta de su cuerpo (“hacen programa”) a cambio de una piedra de crack (conocido en Argentina como “pasta base”, derivado de la cocaína).
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Las historietas son efectivas en la precisión de la información que brindan y en la visualización de estos casos a través de la narrativa en viñetas. Asimismo, el reportaje de Dip remarca que, para el desarrollo del turismo sexual, las redes organizadas se sustentan en dos pilares: por un lado la oferta generada por la vulnerabilidad socio-económica, emocional y/o psicológica de la persona victimizada y, por el otro, la demanda, o el cliente, beneficiado por la impunidad en una cultura machista.
Las cifras también hablan por sí solas: el año pasado las denuncias sobre tráfico de niñxs y adolescentes aumentaron un 86%al tiempo que las formas de explotación aparecen de maneras no tradicionales. Unicef informó de 1,2 millones de niñxs que son traficadas en el mundo- se trata de niñas negras, asiáticas y de origen latinas como las principales víctimas-. Según Pestraf la mayoría de las mujeres explotadas en Brasil son afrodescendientes y de clases populares con edades que oscilan entre 15 y 27 años.
Preocupante legado pos Copa
Representantes de organizaciones de mujeres señalan la falta de atención en las políticas sociales que generen empleo efectivo durante la Copa, así como el cuidado en los impactos sociales del evento. Vamos a vivir en un Estado de excepción” resumen ante el endurecimiento de las leyes que reprimen la protesta social pero que protegen de manera laxa a los turistas y extranjeros durante el evento futbolístico.
En virtud de las responsabilidades del Estado en función de la disminución del delito de explotación sexual, Brasil cuenta con un 2° Plan Nacional de tráfico de Personas, compuesto por 17 ministerios y 115 metas a cumplir hasta 2016, entre ellas la capacitación de profesionales de varias áreas, la creación de más de diez puestos de atención en ciudades de frontera, la aprobación de proyectos de ley que impliquen la pérdida de bienes implicados con el tráfico de personas y la internacionalización del mismo. También se han creado los servicios de denuncia telefónica “Disque 100” y “Disque 180”, centrales de denuncia que funcionan 24 horas al día.
Consultada respecto de la efectividad de estas instancias de denuncia, Dip detalla: “Lo que nosotros vimos en Ceará fue que existe una delegación de combate de la explotación sexual de niñxs y adolescentes para toda la ciudad. Cuando las denuncias llegan son encaminadas a los Consejos tutelares y a esa delegación. Las delegaciones no tienen gente suficiente para dar seguimiento a todas las denuncias y además que la denuncia de explotación sexual es diferente a la de abuso. Si el caso de explotación es flagrante, y si la delegada o la policía llega allá tres días después no va a encontrar a esa chica en esa situación. Entonces, es muy difícil que se pueda penalizar a una persona, principalmente cuando es extranjero, allí se pone más difícil todavía. Cuento en el reportaje que la primera noche cuando estaba entrevistando a una persona en un bar,  en la mesa de al lado había una chica de 12 o 13 años con un hombre viejo, entonces llamamos a una comisión tutelar y nos respondieron ‘no tenemos carro para poder ir’. Después llamamos a la policía y nos dijeron ‘si no están haciendo nada obsceno no podemos hacer nada’, ahí quedó clara esa impunidad… podemos tener leyes más duras pero ¿cómo la gente es responsabilizada, penalizada de hecho?.
Meninas en Jogo recuerda en cada tramo los derechos que protegen a niñxs y adolescentes y cita literalmente: “Todo niño/niña tiene derecho a una plena protección contra todas las formas de explotación y abuso sexual” (Declaración de Estocolmo sobre explotación sexual de niñas y adolescentes, 1998). Dip resalta su sensación de que las políticas públicas que están siendo implementadas no facilitan el diálogo con las mujeres y niñas que están sufriendo la vulneración de sus derechos. “Hay chicas que hacen ‘programas’ a cambio de 5 reales y esto es un fenómeno nuevo que está aumentando. Hay muchas caras para el problema del tráfico de personas, pero generalmente hay una relación con la extrema pobreza y la falta de perspectivas.Los programas sociales son raros y son muy hechos ‘desde arriba‘. No se conversa ni se intenta un diálogo con esas chicas, entonces se les ofrece una beca de estudios pero las niñas tienen que ser mayores de edad o tener la primaria completa, y eso no sucede porque muchas abandonaron la escuela. Esa falta de diálogo dificulta todo aún más”.

FUENTE: http://www.comunicarigualdad.com.ar/brasil-se-descontrolara-el-consumo-de-sexo-durante-el-mundial/

FALTAN MUJERES


Melisa Cardoza
Sabemos que faltan mujeres. Lo sabemos porque en un cumpleaños, en un aniversario de algo, en una comida de domingo alguien dice, puchica, ésta era la comida favorita de mi tía, de mi prima, de mi hermana. Y entonces se hace un silencio triste, y se escuchan sólo los ladridos de las perras de la vecindad, una tele del cuarto que masculla en inglés,  o alguna expresión de  alguien que intenta salvarnos de esa angustia convocada  y dice pasame la sal, por favor.
Sabemos que faltan mujeres porque en muchos cuartos hay camas que se quedaron con la misma ropa del día, esas cameras chapinas coloridas  que se compran a plazos, donde acomodaba sus sueños la  muchacha que se fue al centro a buscar unos materiales y no volvió. Ahí está su ropa en las gavetas, sus chancletas para bañarse bajo la cama, su niña asomada a la puerta que aún la espera y nadie sabe decirle dónde se fue su mamá, porqué no vuelve y más difícil aún cómo es que puede haber tantos hombres malos.
Faltan mujeres porque estaban ellas en su vida y sus quehaceres, en sus oficios y preocupaciones, en sus planes propios cuando las arrebataron y se las llevaron. Las han vendido, las mataron, las intercambiaron por algo, las explotan. También sabemos eso entre todo lo que no sabemos.
Norma Yolanda amamantaba a su hija de pocos meses cuando policías uniformados entraron a su casa, le quitaron la niña de los brazos, empujaron a su hija mayor que quiso evitar la detención. Dijeron que la llevaban a una posta, nunca llegó, y no volvió. A quién pedirle cuentas, ¿a la policía? ¿ a sus compiches burócratas judiciales? Su familia la ha buscado por cuatro años, sus amigas y compañeras de redes y movimientos la han demandado en todos los espacios de la injusticia hondureña con actos públicos, ceremonias, gritos, oraciones, cantos.  Nadie sabe, nadie averigua, a nadie le interesa, sólo a las que entendemos que nos faltará siempre. Ha muerto su madre, su padre tiene los ojos húmedos, la niña crece amadísima por las otras mamás y las amigas se le esconden para no llorarle enfrente.
Norma Yolanda era una luz , una sonrisa enorme, un hermoso pelo oscuro. Quién no  recuerda su integridad moral, su modo de resolver los conflictos, su sazón al cocinar. Sus hijas que tanto se le parecen crecen sin ella en la casa, con ella en las memorias del agua y las frutas.  Como Norma más de 300 mujeres son reportadas desaparecidas en Honduras cada año, y eso son sólo las reportadas. La desaparición es un acto de tanta crueldad que sólo puede ocurrírsele a seres humanos, esa inteligencia del mal es tan sofisticada que  cada día mete los alfileres de la incertidumbre dolida en los cuerpos de tanta gente, y lo hace con gusto, con alevosía.
Faltan mujeres que fueron arrancadas a la vida de todas, y también faltan mujeres para luchar por ellas y nosotras, para defendernos juntas.  Somos muchas y somos pocas porque el miedo arranca la fuerza y la confianza en la vida, la posibilidad intransigente de que no ocurran más injusticias, y es por eso que  nos miramos  con desconfianza y ponemos la esperanza en mágicos seres de otros mundos donde no se pueda concebir tanta maldad.
Faltamos muchas para convencernos que aquí donde nos tocó nacer es sólo con nuestra fuerza común, con inteligencia y muchas mañas que vamos a vivir bien  las que estamos y las que vendrán, pese al mal del mercado y  los patriarcas que lo aprovechan.   Aunque nos falte  esa enorme galería de  mujeres que traemos en la memoria con sus nombres e historias no se vale la derrota ni la renuncia, compañeras, no se puede admitir.  
 Melissa Cardoza
Escritora feminista hondureña
melissacondesa@gmail.com
Fuente :http://radioprogresohn.net/index.php/comunicaciones/noticias/item/410-faltan-mujeres

martes, 3 de junio de 2014

De aquí no sale: reflexiones sobre el rumor




Por Andrea Franulic y Jessica Gamboa


Yo le suplico haga algo aprenda un paso, una danza, algo que la justifique que le dé el derecho de estar vestida de su piel, de su pelo. Aprenda a caminar y a reír (…) al fin que tantas estén muertas y que usted viva sin hacer nada de su vida (Charlotte Delbo, 1970).

Hemos querido escribir sobre el Rumor. Claro que no somos las primeras en hacerlo. Las disciplinas patriarcales han realizado teorizaciones sobre el tema (la psicología experimental, la psicología social, el psicoanálisis, la teoría de la comunicación y la sociología). No nos basaremos en ellas. Nuestro interés radica en los textos que hemos podido encontrar en la teoría feminista, debido a que las mujeres somos y hemos sido el principal objeto de rumor en el contexto de una cultura misógina. Eso explica que, incluso en espacios feministas, el rumor aparece como una práctica recurrente para desacreditar a las mujeres pensantes y que se destacan por un trabajo consistente.


Dentro de la teoría feminista, encontramos escritos de Audre Lorde (2003) sobre la Tergiversación que, desde nuestra mirada, es una versión chueca y sesgada que el patriarcado hace circular sobre la vida de las mujeres, ¿y qué es el rumor sino una versión chueca de alguna realidad? También Margarita Pisano escribe sobre los “Secretos, chantajes y rumores… los prejuicios” (2004). Y alude al concepto en su libro Julia, quiero que seas feliz (2012) y en su Biografía política (2009) que escribe junto con Andrea Franulic, donde se describe su propia experiencia como objeto de rumor en el proceso de desmontaje del proyecto de Casa de la Mujer La Morada. Hace muy poco tuvimos la suerte de acceder a un fanzine de unas mujeres anarco-feministas, titulado Coletânea sobre sororidade autocrítica ou sobre violência entre feministas (2013) que se inicia con un epígrafe muy inspirador de la feminista radical Phyllis Chesler y que compartimos a continuación:

“No comience rumores sobre otra mujer. Si usted oye un rumor, no lo haga circular. Deje que se quede con usted. No es ético castigar y sabotear a otra mujer que usted envidia o teme, calumniando sobre ella o colocando a otras mujeres en contra de ella.”


El fanzine contiene artículos de diversas feministas.  Leyéndolo, encontramos unos “comentarios de amigas” sobre el texto “Secretos, chantajes y rumores… los prejuicios” de Margarita Pisano, que también aparece publicado en el fanzine. De estos comentarios,desprendemos que una de las características del rumor, más bien, de quienes lo ejercen, es la ausencia, vacío o carencia de una identidad propia. Preferimos dejar de lado el concepto de identidad (por no estar de acuerdo con esta categoría de análisis) y hablaremos de una ausencia de proyecto de vida propio o vacío de contenido de la propia existencia y, por ende, de la necesidad de rellenar ese vacío asumiendo la vida de otra. Desde esta carencia y mediante el rumor, se establecen alianzas en la sombra con quienes también gravitan en el vacío de un sentido de vida y confluyen en el deseo de acceder a una situación de privilegio y de poder, desplazando a quien entorpece dicho propósito, generalmente personas que aportan con un trabajo concreto y de calidad.


El rumor ha sido una práctica patriarcal sistemática como táctica de guerra, con el fin de colonizar territorios, obtener poder, ganar elecciones, conseguir ganancias en la bolsa, heredar bienes, destruir liderazgos, negociar tratados, acceder a información privilegiada, intercambiar mujeres, traficar armas, etc. Es y ha sido utilizado desde las derechas más fascistas hasta las izquierdas más revolucionarias. Las tácticas de guerra se heredan, se aprenden, se sofistican y se naturalizan. El feminismo no ha escapado a ello, principalmente se ha visto intervenido por el patriarcado de izquierda. Patético resulta -por nuestra falta de historia y genealogía, por los costos que tiene articular un trabajo autónomo y por la ardua tarea de legitimarnos entre mujeres- que el rumor perpetúe la misoginia y desarme la producción de las mujeres. Este costo para nosotras es profundo, nos deja vagando en la nada.


Celia Amorós (1987), pese a ser una feminista de la igualdad, desarrolla acertadamente el concepto de las Idénticas para referirse a la relación entre las mujeres en la cultura patriarcal. Plantea que todas las mujeres cumplimos la misma función social en el patriarcado, es decir, las funciones propias de la feminidad, y en este sentido, las mujeres somos reemplazables unas por otras y, lo que es peor, somos desechables. Cuando una mujer se sale del papel de ser una idéntica y rompe con los designios de la feminidad, sobresaliendo, genera misoginia, envidias y miedos en las demás; se transforma en una amenaza para el grupo. A las mujeres no se les perdona tan fácilmente ejercer la capacidad de pensar, tampoco se les perdona hablar y escribir con inteligencia. Es más aceptado y aplaudido que se destaquen por las labores de lo doméstico, o por prácticas del hacer, donde silenciosamente repiten una y otra vez un destino no creativo.


El rumor ha invadido históricamente la vida de las mujeres. Tenemos ejemplos de persecuciones sembradas por el rumor. Solo por nombrar un hecho muy emblemático, recordamos la matanza de las denominadas brujas, llevada a cabo entre los siglos XIV-XVII en la Europa occidental y central. Bastaba con hacer correr el rumor de que esta o aquella tenían pactos con el diablo para que fuesen acusadas de brujas, torturadas, ahorcadas o quemadas vivas en la hoguera de la plaza pública. Las brujas fueron utilizadas como chivos expiatorios por los hombres.


 Haciendo la analogía, podemos decir que la víctima del rumor funciona como un chivo expiatorio, lo decimos en un sentido literal y metafórico. La situación de debilidad, vulnerabilidad y sobre-exposición que afecta a la víctima es utilizada con el objetivo de expiar en ella las propias miserias no asumidas, de manera catártica. Así como para justificar la falta de autocrítica, las propias equivocaciones, las carencias y las inseguridades de todo tipo. Esto se relaciona con lo dicho en párrafos anteriores: el rumor sirve de vehículo para tapar los propios vacíos. Las mujeres, adoctrinadas en la moral y las buenas costumbres, castigan al chivo expiatorio para proyectar en él sus propias dependencias: al amor, al alcohol, a la droga, a los hombres o a sus instituciones. Y así, se sienten puras y sabias.


Identificamos dos roles en la práctica de la circulación de los rumores. El primero se sustenta y opera desde el lugar del Poder. En este caso, la persona posee una inseguridad encubierta que la perturba y su móvil es defenderse del miedo que le genera la pérdida de ese poder, del prestigio y los privilegios. El segundo, el más descrito hasta ahora, es aquel que funciona desde la Mediocridad. Este rol puede resultar más peligroso, pues aquí “el fin justifica los medios” con el afán de concretar intereses aspiracionales que pueden ser de diversa índole: desde intereses económicos hasta de tipo psicológico como el querer “ser alguien”. Este rol nos recuerda, nos evoca, tiene un parecido a lo que la filósofa Hannah Arendt (2003) llama la Banalidad del Mal. Porque, según ella, los crímenes cometidos contra la humanidad, las torturas y genocidios, son ejecutados por seres mediocres, no pensantes, que solo siguen órdenes y reglas mecánicamente, obedeciendo… milicos de derecha y de izquierda.


 Albert Camus en su libro El hombre rebelde (2005) establece la diferencia entre el resentido y el rebelde. El primero tiene un ansia voraz por “pertenecer a” y “ser” aquello que critica. En tanto el rebelde se arriesga con su soledad. Quien ejerce rumor, sobre todo desde el rol de la mediocridad, desea compulsivamente pertenecer y busca las complicidades necesarias para cumplir esta meta. En otras palabras, el rumor es una práctica arribista. Por ende, se actúa desde el resentimiento, la condescendencia y la zalamería… jamás desde la rebeldía. Como contrapunto, a quien es víctima del rumor se le hace el vacío, se la deja de hablar, atrapándola en una espesa niebla, rodeada de un halo invisible de desconfianzas, marcada por el estigma que la encasilla y la achata, absorbiéndole las fuerzas pensantes y creativas, como si estas sobraran en este mundo deshumanizado. Mientras, el resto realiza un pacto sectario de silencio.


Quien padece el rumor sufre un tipo específico de maltrato: el aislamiento, la incomunicación, el sentimiento de culpabilidad, la amenaza del chantaje y la paranoica y confusa vivencia de no saber cómo, cuándo, por qué, qué y quiénes. Sufre una alteración en el uso del lenguaje, pues teme usar las palabras, que son el principal puente de comunicación entre las personas. Como escribimos por ahí: “La palabra ‘rumor’ viene de ‘ruido’ que, a su vez, viene del latín ‘rugitus’ (rugido). Esto, según el diccionario etimológico de Corominas (2000). Si interpretamos un poco y sin complejos con la obviedad, diríamos que ‘hacer ruido’ o ‘rugir’ son contrarios a hablar, a usar las palabras. Si interpretamos un poco más, usar las palabras para entendernos nos hace humanas, nos hace sentir bien cuando encontramos puentes de profunda conexión. El rumor deshumaniza.”


 Ahora bien, cuando se recibe un rumor, hay elecciones: nos hacemos cómplices en la circulación de este y colaboramos en dejar en el vacío a la persona en cuestión, o bien, ponemos los límites a la versión. Por tanto, el recibir un rumor no es un acto pasivo. Quien elige no enganchar ni prestar oídos al rumor, lo detiene y puede, inteligentemente, preguntarse sobre las otras versiones de la misma realidad entre dicha. Pues la neutralidad en el lenguaje no existe. Por eso es justa la posibilidad de poner en duda las versiones y las fuentes: mínimo ejercicio que se realiza con la prensa hegemónica, por ejemplo. Si esta versión proviene de quien detenta un poder o es considerada una persona legítima, es más difícil desmentirla. Y en este caso, la versión del rumor toma las características de una Historia oficial. No está demás recordar que, en el patriarcado, la historiografía ha elaborado una versión oficial del mundo con todos sus sesgos e invisibilizaciones, ahí pues las mujeres perdimos nuestra historia.  


Podemos identificar algunos tópicos del rumor que se condicen con los tópicos de la Historia oficial. En primer lugar, la Mitigación y la Exageración. La mitigación consiste en ocultar, disminuir, ablandar o bajarles el perfil o, incluso, bromear sobre las propias equivocaciones; puede ir acompañada de un cierto grado de autocompasión. La exageración, en cambio, se utiliza contra la otra persona; se exageran los errores de la otra persona. Algunas veces la exageración va acompañada de mitomanía y megalomanía. El “exageracionismo” es un recurso del rumor.


 Un segundo tópico fundamental es la Descontextualización, donde la información que circula es una información descarnada, es decir, extirpada de su contexto original, vital, que contenía personas con cuerpos y miradas, entre quienes existía intimidad y confianza y un recorrido propio y auténtico de la relación particular. Así como existían momentos, lugares y circunstancias específicos; sentidos y propósitos, angustias y alegrías. La información es extraída del contexto y de la experiencia que le dio vida y se utiliza con fines utilitarios. Sin embargo, no hay información en el aire, los mensajes cambian su sentido y su destino radicalmente según el contexto donde se usen, nunca vuelven a ser el mismo mensaje ni vuelven a tener el mismo significado. La descontextualización, como recurso o tópico del rumor, se basa en el chantaje y usa falsos testigos, esto es, personajes que, revestidos de un empoderamiento prestado, se atribuyen o auto-conceden el beneplácito del juicio sancionador fundado en la más profunda ignorancia de la historia cuestionada. Esta acción muchas veces se enmarca en la triste historia de la traición entre mujeres.


 Como toda Historia oficial, la falta de honestidad desde donde circula la versión, la tergi-versión de la realidad, se disfraza de discursos salvadores, buenos y mesiánicos, incluso basados en el amor. Los cuales en realidad esconden las inseguridades, los despechos, los posicionamientos y las acomodaciones más oscuros. Esta táctica perturba y confunde las verdaderas y reales fuentes de la dominación (Denise Thompson, 2003).

 Otros tópicos reconocibles son Frases Hechas que sirven para finalizar el relato del rumor, tal vez como parte de la estructura del Rumor si lo identificamos como un género discursivo en sí mismo. Estas frases son: “no lo comentes por ahí”, “de aquí no sale”, “te pido prudencia”, “te lo cuento porque yo lo viví”, “te lo cuento a ti porque en ti confío”, etc. En esta misma línea, contamos con refranes o dichos populares, siempre impregnados del imaginario patriarcal, regados de lugares comunes (prejuicios), que se usan para sembrar el miedo. Para nuestro específico tema del rumor, se nos vienen a la mente las inquisidoras y compungidas sentencias que dicen “cuando el río suena es porque piedras trae”, “por algo le pasó”, “no hagas lo que no quieres que te hagan a ti”, “todo se paga en esta vida”, “todo cae por su propio peso”.

De perogrullo está decir que las famosas y neoliberales “redes sociales” son terreno fértil para difundir el rumor: la vitrinización y el inmediatismo del facebook, del chat, de los correos electrónicos, etc. Estos sistemas son facilitadores para la vertiginosa circulación de los rumores y para el amenazador chantaje, porque en general les sirven a las personas que, des-corporizadas, se esconden y protegen tras el medio tecnológico, a veces tras su anónimo e impersonal uso.

La misoginia es una pesada realidad para todas. La reflexión sobre la falta de solidaridad o de affidamento debe ser más profunda y comprometida. Es fundamental que la imagen del espejo que nos arroja la otra, nuestra igual, no se utilice como lo hace la madrastra de Blancanieves, sino como una entrada hacia los sólidos puentes hechos de palabras, esos que les dan cabida a la confianza y al entendimiento, pero solo cuando real y verdaderamente existe horizontalidad.