lunes, 17 de julio de 2017

Quien manda es la asamblea y el poder del pueblo está en el servicio.









Gladys Tzul Tzul

Instituto Amaq’


“El poder del pueblo está en el servicio” Así es como dice la poderosa consigna que ha dado vida, fuerza y continuidad a los 48 cantones de Totonicapán.  Explicaré de manera rápida y sucinta el significado de dónde viene la capacidad política de defenderse y de cuidar la vida en Totonicapán y de cómo por siglos Totonicapán ha sido epicentro de rebeliones indígenas que se hermanan con las luchas de otros pueblos indígenas. La energía está en la estructura comunal asamblearia que nombra y sujeta a sus autoridades

Explico, la fuerza social y la energía política brota de los  hombres y las  mujeres que viven en las comunidades y comparten la gestión del agua, de caminos, de bosques comunales. Con esta explicación pretendo analizar la decisión de la asamblea de la Junta de Autoridades Comunales de los 48 cantones, misma que se realizó el sábado 15 de julio del corriente en Totonicapán. La conclusión y con acta número 41 es que no se avala la participación de la Junta Directiva en eventos que se organicen sobre la regulación del derecho de la Consulta.

En los días anteriores, las comunidades comenzaron a interpelar a sus alcaldes comunales acerca de ¿Qué posición tomaran frente a la consulta?, Había mucha expectativa sobre la respuesta, de tal manera que la información se trasladó casi de manera automática en las casas y en los medios de comunicación. ¿Cómo leemos este acto?  Propongo que lo interpretemos como la fuerza y energía  política que se produce  en las  asambleas de las comunidades que sujeta a sus autoridades.  Cabe aclarar, que en Totonicapán existen 5 juntas directivas.  Por eso el poder del pueblo reside en el k’ax k’ol que la junta de baños, las dos juntas de alguaciles y la de recursos naturales realizan para cuidar el pueblo y eso al mismo tiempo genera una serie de contra presos  políticos al interior y nos presenta una real relación entre asambleas y alcaldes comunales.

Cuando en octubre o noviembre cada comunidad nombra a sus a juntas de autoridades comunales,  también les entrega la responsabilidad de cuidar a la comunidad, los mojones, la fuentes de agua, los salones comunales, los archivos, los enseres; también se le nombra para que organice y produzca la deliberación de la asamblea. No hay una consigna que personalice el poder, ni existe nada parecido. Por tal razón,  todas las actividades que los alcaldes comunales realicen y que afecten el bienestar de todas y todos tienen que ser analizadas y avaladas por las asambleas. Y la Junta directiva, tiene la doble función de rendir cuentas políticas a las 48 comunidades, pero también a las comunidades que los nombraron.

La decisión de las asambleas de Totonicapán de no participar en los eventos que regulen o reglamenten la consulta, se enlaza y concuerda con la ya generalizada negativa y crítica que las autoridades indígenas  a nivel nacional ya han manifestado, es clara la postura de las alcaldía de los ixiles, qanjobales, qeqhies, achis, xincas, chortis, kakchiqueles y la lista sigue. En comunicados, conferencias de prensa y encuentros de autoridades la postura es clara no se apoya ningún proceso por estandarizar un complejo proceso de autonomía. Las comunidades  con sus autoridades comprenden que la política comunal históricamente tiene al mecanismo de la consulta como una de sus ramas más visibles para deliberar y decidir; comprenden también que la autonomía política no se puede regular y tutelar por un ministerio y por eso interpretan como una amenaza la estandarización de la consulta. Los análisis que se realizo en el encuentro de autoridades indígenas en Cobán el  12 y 13 de julio dejaron claro que la consulta es un derechos propio de cada comunidad y que no se puede regular.  Interpretan que  es una regulación  que beneficia a los empresarios a quienes les conviene detener la fuerza comunitaria para defender la vida.

Así también lo manifestaron en un comunicado más de 10 organizaciones de mujeres indígenas de Totonicapán, quien el 28 de junio sentaron su posición sobre la consulta,  en el espíritu del comunicado se manifiesta que exigen que se respete las decisiones de la comunidades de no querer reglamentar la consulta libre e informada. Las mujeres indígenas también  han declarado que que regular la consulta favorece a las empresas para la ocupación capitalista de sus territorios y eso es provocar y  generando violencia contra la mujer, porque son las mujeres una de las primeras afectadas por el despojo de tierras.  (Tzununija’; 2017)

En los 48 cantones, también la asamblea es contundente. No avalan la regulación de la consulta, estas luchas por detener la estandarización y regulación muestran la potencia y vigor de las asambleas comunales y que el poder del pueblo está en el servicio.  Todo lo que se haga a espaldas de las asambleas se hace de manera personal.  Las asambleas comunales de Totonicapán relanzan la potencia y la lucha comunal que nos enseñaron Atanasio Tzul, Lukas Akiral,  Felipa Tzoc, Andrés Cutz, José Batz, Juan Yax, Manuel Tot.

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